Una tarde de lluvia me acerqué al lago donde solíamos alquilar las viejas barcas del parque y pasábamos horas a la deriva. Me asomé a la verja y vi cómo aquellas barcas, desteñidas por el tiempo, habían envejecido y estaban abandonadas en la orilla. No pude reprimir mis pensamientos y me vinieron las veces que, al sol y tumbados en esas barcas, me cantabas aquellas bellas canciones. Las veces que me hiciste sonreír y aquella tarde de verano que nos prometimos lo que temíamos, no separarnos nunca. Pero el tiempo no nos escuchó y el destino guardaba una carta que no contamos en nuestra baraja. Aquellos paseos en barca guardan la frescura y la ingenuidad de un único amor. Se mantiene en silencio en la profundidad del lago hasta que otro amor, despierte al que estaba dormido y siga arrancado otro latido a este dolorido corazón. Me alejé de la verja y allí dejé lo que había llevado conmigo, su recuerdo.
One And Only- Adele
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